Su procedencia se remonta a la era de los faraones, los cuales se deleitaban con los hígados aplastados de los patos que migraban en el invierno a las orillas del Nilo, muchos siglos más tarde el planteamiento fue llevado a Francia, de donde se dice que provienen los mejores Patés del mundo.
Con el pasar del tiempo, el Paté fue democratizándose y sumando nuevos ingredientes y diferentes presentaciones, por ejemplo hígado de gallina, sumándole también jamón, queso suave, mayonesa, ricota y una gran variedad de ingredientes más, aderezados con ricas especies, unidos con alguna materia grasa. Lo primordial es que sean ingredientes muy frescos, hoy en día también se preparan Pates vegetales, de pescado y de frutos del mar.
Según los expertos, existe una tendencia a considerar paté y Foie Gras como similares. Aclaramos que el Foie Gras se prepara sólo con el hígado fresco de ocas o patos, especialmente engordados para que el hígado adquiera proporciones anormales. Un hígado de oca en estas condiciones puede llegar a pesar alrededor del kilo, los de pato alcanzan los 500 gramos.
Los patés son ideales como aperitivo y son ricos en nutrientes, vitaminas A, D, E, ácido fólico, B12, hierro, zinc, fósforo y tienen un elevado valor energético.
La historia culinaria señala que los romanos conocían y estimaban el Foie Gras y, aunque existen versiones encontradas sobre su origen, a un exquisito gourmet de la época se atribuye la idea de engordar a las ocas con higos y embriagarlas a base de vino con miel, ofreciendo así a las aves una rápida y agradable agonía y a los comensales un exquisito manjar.
Esta pasta que hoy es conocida y preparada en todo el mundo es una buena y exquisita manera de dar la bienvenida a la mesa, acompañada de un delicioso vino!
