Sobre sus orígenes existen 2 teorías, la primera sostiene que, durante la revolución industrial, una familia de Yorkshire dejó un corte de carne en el horno a fuerte temperatura y lo apagaron antes de ir a la iglesia el domingo, cuando volvieron sacaron la carne del horno y les encanto como quedo, y la segunda teoría se remonta a la época medieval, cuando el pueblo de siervos fue escudero los seis días de la semana. Luego, llegado el domingo, después de la misa por la mañana, los siervos se reunían en un campo y practicaban sus técnicas de combate, a veces los señores feudales los recompensaban los domingos con una fiesta de bueyes asados en un asador, los primeros Roast Beef de la historia.
La gastronomía Inglesa es una de las menos renombrada a nivel internacional, por lo que en ocasiones no recibe la importancia que se merece. Su cocina está basada en platos propios tradicionales, y aunque no tiene la fama de las reconocidas cocinas europeas como la francesa o la italiana, tiene algunos platos muy destacados, uno de ellos es el Roast Beef.
El Roast Beef o Rosbif es un exquisito asado de carne, cocinado o a medio cocinar, al horno o parrilla, muy delicioso y que gusta mucho, tostado por fuera y rojizo por dentro, es un plato muy tradicional, servido preferentemente los domingo. El rosbif se suele servir con verduras y papas fritas, asadas o en puré.
El secreto del Roast Beef está en que la carne debe hacerse en dos tiempos. Primero se somete a una fuente de calor muy fuerte y luego fuego muy suave, justo ahí sucede el delicioso milagro. Si en ese momento cortásemos la pieza, el interior estaría completamente crudo e incomible, dejando la pieza reposar durante un par de horas, la capa externa que estará completamente deshidratada, absorberá los jugos interiores y al cortar la pieza, esta aparecerá con un color sonrosado uniforme desde el interior hasta la costra tostada de afuera. Para lograr este fenómeno es importante no poner sal hasta que se haya sacado del horno y tenga formada la costra, de lo contrario esta perforaría los poros y los jugos se escaparían y desperdiciarían. Generalmente suele comerse frio, tiene un delicioso sabor y es perfecta para un sándwich. Es sin duda de los platos más exquisitos de la cocina inglesa, por su intenso sabor y por lo tradicional de su preparación, es un plato único y con muchísimo sabor.
