Sus orígenes se remontan a 1621, cuando los primeros colonos llegaron a bordo de Mayflower a las costas norteamericanas, directamente a Plymouth ( Massachusetts). Cuenta la historia que fue sumamente difícil ese primer invierno, pasaron hambre, frio y murieron la mitad de los colonos. En la siguiente primavera ayudados por los indígenas aprendieron a sembrar maíz, cultivar otros alimentos, a cazar y pescar. En el otoño fueron recolectadas generosas cosechas de granos y calabazas. Los colonos en agradecimiento decidieron organizar un festín denominado DIA DE ACCION DE GRACIAS. Los colonos invitaron al gran jefe, y los indígenas llevaron carne de ciervo para ser asada y pavo.
Con el paso del tiempo el pavo se convirtió en el protagonista de la fiesta. Se prepara relleno y, aunque se prepara de diversas formas, existe una manera que puede considerarse la mas típica y se realiza a base de pan cortado en cuadritos, cebolla, tomillo, salvia y apio, pasados posteriormente con mantequilla por la sartén
Igualmente existen versiones más europeas que introducen los piñones, las castañas, frutas secas, manzanas, nueces e incluso lo rellenan con salchichas e higaditos de pollo, y para completar el menú se acompaña de mazorcas tiernas, salsa de arándanos, verduras, cebollitas francesas, patatas partidas en dados cubiertas con crema agria beicon y cebollín, sopa y el postre típico como el pastel de calabaza.
Escasas celebraciones en los Estados Unidos poseen tanta importancia y arraigo como el Día de Acción de Gracias. Es celebrado el cuarto jueves de Noviembre, es un día en que las familias se reúnen en torno a la mesa para agradecer, no importa donde se esté, los norteamericanos son capaces de atravesar el país para acudir a la cita, que tiene incluso, más importancia que la propia Navidad. El Día de Acción de Gracias es una fecha para compartir las bendiciones y los buenos deseos con la familia y los seres más cercanos.