Pocos platillos requieren una programación tan anticipada y con tantos detalles que no es posible elaborarla de un día para otro. Se requiere tener todo a punto, en cuanto a ayuda e ingredientes y posee unas características que la hace representativa de la más deliciosa expresión culinaria y gastronómica de Venezuela.
La Hallaca simboliza un interesante ejemplo de las consecuencias del mestizaje, un reconocido escritor venezolano la describió acertadamente de la siguiente manera: ¨en ella se encuentra la pasa y la aceituna de romanos y griegos, la alcaparra y la almendra de los árabes, la carne del ganado de los capitanes pobladores de Castilla y el maíz y la hoja del banano de los indígenas¨. Se dice que su primera elaboración fue a partir de las sobras que recogían los esclavos y sirvientes de la comida de sus amos, lo que dio origen a este delicioso plato.
La Hallaca consiste en un pastel elaborado con una masa de maíz saborizada con caldo de gallina y coloreada con onoto, se rellena con un exquisito e inigualable guiso de carne de res, cerdo, gallina o pollo, aceitunas, uvas pasas, alcaparras, cebolla, pimentón y almendras, es envuelta en hojas de plátano y finalmente atada con un pabilo en forma rectangular, para luego ser hervida y cocinada en agua. La receta original de este plato a ido evolucionando con los años y hoy día existen una infinidad de versiones, porque en cada hogar Venezolano le dan su propio toque especial variando los ingredientes.
En Venezuela es el principal plato típico navideño, guarda cierta similitud en su forma y preparación con algunos tamales de otros países americanos. Preparar las hallacas representa la excusa perfecta para un gran festín familiar, es un día especial donde se comparte con las personas queridas y allegadas la preparación de este especial alimento.
La hallaca representa una invaluable oportunidad para combatir la nostalgia de quienes viven en otras latitudes. Hoy en día es relativamente fácil conseguir en otros países casi todos los ingredientes que permiten elaborar esta delicia y acercarlos un poco más a la tradición y recuerdos decembrinos.
Es el símbolo de la unión del mestizaje y lo universal de la gastronomía venezolana, destacado sencillamente en su aroma y sabor.