Desde los tiempos más remotos las especias han sido para el hombre: medicina, condimento y objeto de uso en ritos religiosos y mágicos. Desde los primeros años de la humanidad, nuestros más lejanos ancestros descubrieron el primer condimento natural: La Sal; y en la savia de algunos árboles y plantas encontraron sustancias azucaradas para endulzar sus alimentos.
De esta manera, nació el arte de condimentar, marcando una nueva etapa en la historia de la civilización, y en ese refinamiento que estimula los sentidos del gusto y del olfato, que a su vez es seguido por sensaciones cerebrales, cauces de progreso intelectual que no tardaría mucho en manifestarse. Las Especias en su mayoría, proceden del continente Asiático y han sido consideradas verdaderos tesoros en la antigüedad, quizás el motivo de que fueran codiciadas en el mundo antiguo sean los poderes que se le atribuían, existía la creencia de que poseían propiedades mágicas, afrodísiacas y curativas. En la actualidad, su uso más frecuente es el culinario, que se lo debemos a los romanos que fueron los primeros que le dieron este fin, aunque también las utilizaron para aromatizar el ambiente. Tal era el valor de las Especias, que en citas del Antiguo testamento se les refiere participando junto al oro y las joyas en regalo de reyes. Fueron empleadas en sustitución de monedas. Con ellas se pagaron rescates de ciudades conquistadas. La posesión de islas y territorios productores de especias significaba poder y riquezas para quienes comerciaban con ellas y controlaban su tráfico. Así fue como árabes, fenicios, venecianos, portugueses, españoles y holandeses fueron protagonistas de su mayor esplendor cuando consiguieron monopolizar esta actividad. Por las Especias se abrieron nuevas rutas terrestres y marítimas en el Mundo.
Muchos se enriquecieron gracias al comercio de especias y, aunque parezca mentira llegaron a ser más valiosas que el oro, provocando grandes conflictos entre los pueblos. Los venecianos dominaron el negocio hasta finales del siglo XV, lo que les trajo prosperidad y riqueza; luego, fueron los portugueses quienes llevaron la voz cantante y más tarde los holandeses, que llegaron a dominar las transacciones de clavo y nuez moscada.
Aromatizar, conservar, dar color y resaltar los sabores de los platos son algunas de las funciones que tienen las especias, gracias a ellas, comer se convierte en una experiencia que incluye los sentidos, y va mucho más allá del simple acto de comer. Son ingredientes esenciales en cualquier cocina de calidad y cada país y cada región tiene su propia manera y estilo de emplearlas. Los asiáticos son los grandes maestros de su uso y las consideran fundamentales en sus comidas, pero que son exactamente? Son la parte dura de algunos vegetales (semillas y cortezas) que contienen sustancias aromáticas y aceites esenciales y muchas veces se engloba a las fragantes hojas de algunas plantas. Además de condimentar los alimentos se usa en la elaboración de amargos y aperitivos y también con fines terapéuticos.
En Nueva Delhi, India, se encuentra uno de los mercados de especias más increíbles del mundo donde se venden al aire libre desde anís, canela y cardamomo hasta distintos tipos de pimientas, en granos y en enormes sacos. En Estambul, Turquía, también existe uno de los bazares cubiertos más antiguos y muy renombrado por su variedad de especias, frutas secas, semillas y raíces, y por su colorido y exotismo, las especias se convirtieron en un ingrediente básico de todo tipo de platos y pueden condimentar casi cualquier comida, desde ensaladas hasta postres, pasando por sopas, guisos, tartas, salsas y bebidas.
Las especias enriquecen nuestros platos dotándolos de color y aroma, y potenciando los sabores, conoce aquí algunas de las variedades de especias y condimentos de todo el mundo.
Diminutas pero potentes, pueden transformar la monotonía de un plato y hacen que disfrutemos más de la comida. Cada una de ellas aporta un beneficio diferente a nuestro organismo, su conservación es muy sencilla, basta con guardarlas en un sitio fresco y oscuro, en frascos herméticos para que no pierdan las propiedades que las hacen tan atractivas. Las especias son aromáticas y no solo mejoran el sabor de los alimentos, sino que además, ayudan a conseguir una digestión adecuada.
Como sucede con tantas cosas, el abuso de ciertos condimentos o especias (picantes o ácidas) pueden perjudicarnos. La calidad y el valor aromático de las especias dependen, de su origen, frescura y conservación. Atrévete a experimentar, el mundo es de los valientes y el de de los sabores, también.
