Quien puede resistirse a él? despierta pasiones y adicciones a todas las edades y en todas las culturas, deshacerlo lentamente en la boca nos da uno de los más ricos placeres, mientras más oscuro y amargo, más potente son sus efectos, posee maravillosas propiedades para la salud y un sinfín de variedades en la gastronomía.
Se dice, que los árboles del cacao proceden de la cuenca del Amazonas y del Orinoco y hace 2500 años los Mayas comenzaron a cultivarlo, cuenta la leyenda que era el árbol más bello de todo su paraíso y le concedían maravillosas virtudes, calmaba el hambre, curaba enfermedades, otorgaba sabiduría y representaba la fuerza y el vigor.
Cuentan que fueron los Mayas, los que crearon una pócima con las semillas del cacao, miel, maíz o chile picante y lo llamaron chocolha, solo podía ser consumido por nobles y reyes. Fue llevado a España por Hernán Cortés en 1524 y los monjes españoles lo adaptaron al paladar europeo, colocándole azúcar, leche y miel, durante un siglo fue guardado como secreto de estado por la corte española, solo los monjes dominaban la apetecible fórmula para transformar el cacao en chocolate; pero a pesar del secretismo, finalmente llegó a otros países.
Podemos contar infinidades de historias, mágicas y reales donde el protagonista indiscutible será el alimento de los dioses, también podemos hablar de sus propiedades medicinales, afrodísiacas, cosmetológicas y gastronómicas, pero lo que no tiene duda, es que cualquier amante de esta delicia, puede dar fé, que un buen chocolate es definitivamente, una bendición para la Humanidad.